Erol Nezih Orhon
Erol Nezih Orhon es profesor de Periodismo, Cine y Televisión en la Universidad de Anadolu de Eskişehir, Turquía, y periodista anteriormente en CNN Internacional y NBC News.
«Turquía está considerado como un país no libre, tanto para la libertad de expresión como la libertad de prensa»
Entrevista realizada el 22/04/2023
Pregunta: ¿Qué supuso la entrada de Erdoğan en el gobierno para el periodismo en Turquía?
Respuesta: Durante los últimos 50 años, los medios de comunicación turcos han estado muy polarizados. Hasta principios de 2000 (cuando comenzó a gobernar el partido AKP), los principales medios de comunicación turcos estaban a favor de la derecha central, de la izquierda central o entre el liberalismo central. Pero después de 2000, tras la llegada del gobierno conservador, esto cambió. El 80% de esos medios de comunicación fueron vendidos a diferentes empresas que tenían vínculos con los conservadores, por lo que empezaron a estar controlados por el partido gobernante, en este caso, el partido de Erdoğan.
El nuevo periodismo que se desarrolla en los medios de comunicación digitales, en las redes sociales o en Internet, tiene muy poca libertad. Por ejemplo, si un periodista escribe un artículo o publica algo en Twitter (ahora X) criticando algunas cuestiones relacionadas con el gobierno, lo detienen. Pero no creas que esta detención sucede a una hora del día normal, sino que a los periodistas de este país los detienen durante mientras duermen en su casa a las 4:00 o 5:00 de la madrugada y se los llevan al departamento de policía.
Este es el ambiente general: hay muy poco oxígeno para el periodismo en Turquía porque hay un control de presión muy fuerte y una gran autocensura porque la gente tiene miedo. Turquía está considerado como un país no libre, tanto para la libertad de expresión como la libertad de prensa.
P: ¿Cuáles son algunos de los cambios más significativos que has visto en el periodismo turco durante tu carrera?
R: La gente que es como yo (mayor de 50 años) llegaba a casa del trabajo sobre las ocho de la noche y ponía la televisión para ver qué contaban en las noticias. Sin embargo, hoy miramos Twitter (ahora X) y seguimos ciertos medios de comunicación de Internet. Así que, básicamente, Turquía ha seguido lo que el mundo ha practicado: cambiar la manera en la que se consume el periodismo. Es por eso, por ejemplo, que hace cinco años convertí mi asignatura de periodismo televisivo en una materia en el que los alumnos aprendían a hacer periodismo en Instagram, porque ahí es donde está el público objetivo.
En el pasado, antes de la década de los 2000, los medios de comunicación turcos publicaban las noticias sin darle poder a la opinión pública. Sin embargo, a día de hoy para ciertas cosas sí que veo que dan ese espacio a la opinión pública. Por ejemplo, cuando hay un caso de violencia contra una mujer y un juez lo interroga y lo deja en libertad, los medios de comunicación (especialmente los medios digitales) empiezan a informar a la población y a investigar por su cuenta para darle al público toda la información necesaria. De esta manera, consiguen establecer la opinión pública, que por lo general hacer que la noticia de la puesta en libertad del individuo se viralice y comience un “activismo” por su encarcelamiento. En algunos casos, esta polémica difusión consigue meter en la cárcel al acusado. Ese es el poder del periodismo en los medios digitales, en mi opinión.
P: ¿Cómo ha afectado el clima político en Turquía al periodismo en el país?
R: Creo que es una respuesta muy breve: ha afectado muy negativamente. Muy negativamente porque el gobierno actual no va a permitir darle un solo espacio mediático a cualquier otra opinión contraria a la suya. Además, quieren controlar todos los tribunales y así se refleja el periodismo también. Quiero decir, Turquía superó el número de periodistas detenidos de China o de Irán durante varios años seguidos. Turquía fue el país líder en arrestos, así que creo que esto dice algo sobre la situación que se vive entre la política y el periodismo en Turquía.
P: ¿Cómo era el periodismo antes de Erdoğan?
R: Antes de Erdoğan había programas de televisión que hacían periodismo de investigación. Así que investigaban a funcionarios públicos o políticos sobre qué tipo de cosas feas estaban haciendo y todos podíamos verlo. También los periodistas escribían libros sobre políticos, sobre primeros ministros o sobre lo sucias que eran sus relaciones. Quiero decir, antes de Erdoğan, teníamos un primer ministro muy notable y los periodistas escribían libros sobre él, hablando bien o mal, criticándolo y poniendo documentos en los libros. Eso estaba disponible para el público. También los políticos podían salir en televisión, discutir entre ellos: izquierda, derecha, esto y lo otro. Hoy no se puede ver a los principales miembros del gobierno debatiendo con la oposición. Tampoco se puede ver a un periodista escribiendo un libro sin ser arrestado. Así que, por desgracia, no queda ninguna plataforma para la libertad de intercambio, pero en el pasado era posible. Por eso muchos jóvenes, por ejemplo, estaban tan entusiasmados con la idea de ser periodistas porque podían ver que "aquí puedo tener un lugar", pero hoy, o eres un juguete o te juegas la vida.
P: Antes de publicar cualquier tipo de información, ¿tiene que pasar por un filtro gubernamental?
R: No es exactamente así. Por desgracia, el periodismo y los periodistas en Turquía han desarrollado una autocensura muy fuerte. Saben lo que podría causar un problema y no lo publican, pero también hay una especie de crítica del público de que algunos medios de comunicación tienen fuertes vínculos con la gente del gobierno y que ciertos titulares se crean hacia sus intereses. Por ejemplo, cuando se producen acontecimientos importantes en este país, de repente ves los mismos titulares. Quiero decir, esto es imposible, no puedes ver ocho periódicos al mismo tiempo con el mismo titular. Y ahí es donde se ve lo que está pasando.
P: ¿Cuáles son algunos de los mayores retos a los que se enfrentan hoy los periodistas en Turquía?
R: Uno tiene que ver con la política, lo que he explicado anteriormente, porque tu vida se va a basar en tu elección. Yo diría que el otro reto es la adaptación a la estructura del periodismo, porque la forma en que el periodismo se lleva a cabo hoy en día es diferente a la de hace unos años. Es decir, creo que hay una gran necesidad de que los periodistas turcos entiendan cómo se puede construir la nueva industria profesional en los medios digitales y la forma en que pueden generar ingresos económicos. Creo que hay una gran necesidad de entender y adaptarse a esa fórmula.
P: ¿En qué tipo de medios de comunicación crees que hay más censura?
R: Yo diría que en la televisión o en los medios digitales, porque tienen prácticas diferentes. Diversas organizaciones están filtrándolos para controlar lo que publican, es decir, que los están censurando. Tenemos una organización llamada Consejo Superior de Radio- Televisión (Radyo ve Televizyon Üst Kurulu), que detiene inmediatamente la emisión de radios y televisiones cuando ven que no están haciendo lo correcto. Por ejemplo, estaba en emisión una telenovela que criticaba algunos temas conservadores, por lo que esta organización vino con la excusa de que la radio y la televisión tienen costes muy altos y dijeron que esta serie tiene demasiada violencia contra las mujeres, así que pausaron el programa durante cinco semanas. Como puedes ver, les encanta adornarnos todo con mentiras. Otro ejemplo sería durante los primeros días tras el terremoto de febrero de 2023. De repente Twitter (ahora X) dejó de funcionar en Turquía. Había tantas críticas duras contra el gobierno y los medios y periodistas compartían muchas fotos muy interesantes, muchas realidades de lo que estaba sucediendo en las zonas sísmicas, que detuvieron el funcionamiento de las redes sociales.
Tengo que recalcar una cosa: si a mí ahora me dices que demuestre que hay censura, no puedo demostrarlo. Aunque yo te esté poniendo estos ejemplos, te pueda poner otros muchos y todo el mundo sepa que existe, no hay forma de probarlo.
P: ¿Cómo es la relación entre el periodismo y el gobierno en Turquía?
R: Siempre tuvieron una relación cercana. Los medios eran una herramienta para los intereses del gobierno, pero ahora son una herramienta de control.
P: Dentro de esta censura, ¿existe algún medio de comunicación que esté en contra de las acciones del gobierno?
R: Por supuesto que sí, aunque existen pocos, ya que la situación para ellos es muy difícil. Algunos ejemplos son Diken, Duvar, T24 y Sosyu. Este último yo creo que es el más fuerte, porque representa una fuerte oposición.
P: ¿Cómo es la realidad de dichos medios opositores?
R: Sufren una gran censura y persecución. Me siento muy mal por ellos, porque la vida no es fácil para ellos. Siempre tienen que estar de puntillas con todo lo que publican para no excederse y meterse en problemas. Sufren una gran presión por parte del gobierno, las autoridades, la policía, las agencias reguladoras o los provocadores. Hacen un trabajo realmente duro, pero creo que también necesario.
P: ¿Cómo compararías el nivel de libertad de prensa en Turquía con otros países de su alrededor?
R: Las investigaciones ya lo dicen, es uno de los países que más periodistas arresta. Además, si revisas publicaciones de algún comité internacional de periodistas u otras agencias, verás que se habla de Turquía como un país que no es libre. Por ejemplo, hace diez o quince años, justo al inicio del gobierno, Turquía era libre en parte, algo que ahora no sucede.
Responder a tus preguntas me pone en problemas. No debería ser así, los profesores deberían ser libres de decir lo que piensan mientras no hagan daño a nadie. Solamente por decirte lo que opino, soy enemigo del Estado, además de considerarse que coopero con fuerzas externas y tú serías también enemiga pública del Estado. Esta es la manera en la que van a encasillar nuestra conversación ahora mismo, cuando deberíamos ser libres para expresar nuestra opinión, pensamientos e incluso criticar al gobierno si creemos que están haciendo cosas mal.
P: ¿Cuáles son algunos de los retos éticos a los que se enfrentan los periodistas turcos y cómo responden a ellos?
R: Tengo un ejemplo particular para responder a esto. Con lo cuidadoso que hay que ser al escribir sobre lo que sucede en cualquier parte del país, imagínate que un alumno mío sufre un incidente con alguien del personal de seguridad del campus y quiere escribir un artículo sobre lo sucedido. ¿Qué deberían decirle los profesores? Si le decimos que elija un tema un poco más seguro, ¿estamos realmente enseñándoles periodismo a los alumnos? La cuestión aquí es que los profesores de periodismo deberíamos ser los primeros en alzar nuestra voz, pero solo podemos mirar para otro lado cuando pasan cosas como la censura, los arrestos o el cierre de medios de comunicación.
P: ¿Cómo equilibran los periodistas turcos las demandas de la audiencia con la necesidad de ser objetivos en su trabajo?
R: Si tienes un gobierno muy fuerte que lo controla todo, el periodismo se convierte en partidista. Una cantidad significativa de periodistas y de medios de comunicación que están apoyados, controlados o tienen relaciones con el gobierno, simplemente producen periodismo partidista, todo lo que publican es a favor del gobierno. El resto de la oposición dice que ellos, a diferencia de los otros, están haciendo periodismo independiente, pero como tienen que llegar a su propio público, al final también hacen su propio periodismo partidista. Así que, por desgracia, el periodismo en Turquía es como el periodismo futbolístico: o eres aficionado del Real Madrid y haces las historias en relación con ellos o eres aficionado del Barcelona y te sabes todas las historias sobre el Barcelona y reconfortas a tu propio público. Creo que así es como podemos llamarlo, periodismo futbolístico, metafóricamente. Así que no hay término medio porque tu público quiere que critiques al otro. En mi opinión, uno de los grandes problemas del periodismo actual en Turquía se llama error de verificación: sigues a los medios de comunicación que dicen lo que piensas, porque en realidad confirman lo que piensas y te sientes bien porque piensas que tienes la verdad absoluta de todo, cuando simplemente no has leído más allá de lo que te interesa.
P: ¿Qué papel desempeñan las redes sociales y el periodismo ciudadano en el panorama mediático de Turquía?
R: Creo que sobre todo las redes sociales son fundamentales en el periodismo hoy en día, porque si por algún casual se tratara de bloquear el funcionamiento de alguna red social, se generaría una desconfianza pública. Aun así, en Internet siempre es posible utilizar otra red social o canal, o incluso crear un sitio web nuevo, así que siempre existirán formas de expresar una opinión. En Turquía en concreto, Internet te da muchas maneras de encontrar y compartir tu contenido, porque bloquean inmediatamente todo lo que sea contrario a las ideas del gobierno.
P: ¿Cuáles son algunas de las historias o acontecimientos más importantes que han cubierto los periodistas en Turquía en los últimos años?
R: El último tras la pandemia ha sido el terremoto del 6 de febrero de 2023. Los primeros reportajes fueron muy críticos con el gobierno y su gestión antes y después del terremoto, por lo que inmediatamente cerraron Twitter (ahora X) para evitar que la población se creyera lo que los medios estaban comentando del gobierno.
P: ¿Cómo crees que los periodistas turcos pueden equilibrar la necesidad de informar objetivamente con los riesgos potenciales de informar sobre temas controvertidos o delicados?
R: En mi opinión deberíamos llamar equilibristas a los periodistas turcos, especialmente a los que intentan mantener su imparcialidad. Los periodistas en Turquía caminan sobre una cuerda entre dos edificios y deben hacer movimientos inteligentes, porque como den pasos en falso puede ser terrible para ellos. Es muy duro, difícil y agotador mantener ese equilibrio entre ser objetivos y hablar de cosas que los pueden meter en problemas.
P: ¿Has experimentado alguna situación de censura?
R: No sé si se le puede llamar censura, pero con el decano actual sufro censura en cierta parte. Tenemos visiones del mundo totalmente distintas y no habla conmigo. Además, no acepta fácilmente lo que mis alumnos quieren hacer. En definitiva, dificultar las cosas parte de lo personal y se extrapolan al mundo profesional... Así que la censura en este país ocurre en todas partes, en mayor o menor medida.
P: ¿Qué crees que debería cambiar para que el periodismo sea más libre en Turquía?
R: Creo que desde la infancia deberíamos ser capaces de capacitar a los jóvenes y hacer que tengan un tipo de pensamiento crítico. El pensamiento crítico es muy importante en mi opinión y tengo que decir con orgullo que mis raíces son de la isla de Creta y lo llamamos critikos, así que enseño el pensamiento crítico como un pensamiento esencial en mi vida.
P: ¿Conoces a algún periodista de tu entorno que haya ido a la cárcel?
R: Tenemos una estudiante que se graduó en nuestra facultad que hizo películas y documentales sobre temas sociales y ahora está en la cárcel. No fue detenida mientras era estudiante, sino más tarde, cuando ejercía un trabajo profesional. Si las elecciones producen algún tipo de cambio, lo más probable es que salga de la cárcel. ¿Qué te parece? El sistema judicial depende de los resultados electorales. Qué triste.
P: ¿Cuántos años puede estar en la cárcel un periodista?
R: Depende de cuánto te odien (risas). Depende de cuánta amenaza les produzcas, pero pueden ser dos años, cinco, diez, veinte o toda la vida. Crean excusas para liberarte.
P: Y, en el caso de esta estudiante que me comentabas antes, ¿cuánto tiempo va a estar en prisión?
R: Fue encarcelada hace poco más de un año. Quién sabe cuánto tiempo estará porque, aunque te den una condena determinada, pueden alargar el tiempo lo que quieran. Estaba en Alemania y vino a Turquía para el juicio, porque sabía que era inocente, y la detuvieron y la metieron en la cárcel. Quiero decir, normalmente si estuvieras en Alemania, ¿vendrías? Lo más probable es que no. Ella dijo que vendría porque no había hecho nada malo.
P: ¿Alguna vez ha tenido miedo de hablar o de publicar información por represalias?
R: Sí, al 100%. Siempre te haces preguntas: “¿Debo escribirlo así? ¿Debo utilizar esta palabra? Oh, vale, prefiero no publicar este artículo”. Y después de un tiempo empiezas a jugar sobre seguro, te limitas a escribir historias sin riesgo estándar. Por ejemplo, tengo un programa semanal para una de las emisoras de noticias más importantes de Turquía, NTV, y sólo produzco historias muy bonitas, nada de historias críticas porque el editor me advierte inmediatamente: “No, no podemos hablar de eso”.
P: A la hora de informar sobre el terremoto del 6 de febrero de 2023, ¿ha habido algún tipo de censura por parte del gobierno a la hora de dar información sobre el número de muertos o heridos o, también, de quién ha sido la culpa de que los edificios estuvieran en esas condiciones?
R: Hoy en día, una parte significativa de la población turca no confía en las cifras ni en las estadísticas. Ha sido el caso de los terremotos, ha sido el caso de las pandemias y ha sido el caso de las tasas de inflación. Es decir, imaginemos que una agencia de comunicación anuncia una tasa de inflación del 55-60% anual en Turquía, pero algunas organizaciones formadas por académicos o científicos dicen que la inflación real en este país es del 160%. Entonces, ¿a quién crees?
Aunque se quisiera conseguir una cifra exacta de fallecidos en el terremoto, las estadísticas y los números están controladas por las autoridades. Si algún periodista quiere acceder a una de las zonas afectadas por el terremoto, no pueden ir así como así, ya que se necesita un permiso para entrevistar a la gente. Por lo tanto, la gente entrevistada dirá que el gobierno ha hecho todo lo que ha podido, que lo ha proporcionado todo. El otro día hubo un temporal en todo el país y muchas personas que aún viven en tiendas de campaña perdieron sus tiendas, algunas personas murieron, algunas personas resultaron heridas sólo a causa de una fuerte tormenta. Dos meses después, algunas personas siguen viviendo en tiendas y contenedores, pero te dirían que la gestión está siendo excelente.
P: ¿Cómo crees que se están adaptando los medios de comunicación turcos a la era digital?
R: Yo diría que bastante bien. Creo que es la población la que no se está adaptando bien, porque cuando un medio te obliga a suscribirte para seguir leyendo noticias, los turcos se preguntan por qué tienen que pagar si no confían en el contenido. Creo que sí hay una gran necesidad de apoyo para el periodismo de calidad y que en algún momento este creará su propio modelo económico. Así, sí será capaz de generar un beneficio con lo que hace, pero en este momento es muy limitado.
P: ¿Cómo han respondido los periodistas turcos a la creciente polarización de la sociedad en los últimos años?
R: Bueno, todo el mundo se define en función de lo que hace o dice, así que tienes que ser capaz de aceptar tu categoría. ¿Estás con el gobierno o estás con la oposición? Creo que la forma en que afrontan los acontecimientos actuales es cómo van a mantener su identidad como periodistas, y es muy difícil, porque te categorizan inmediatamente. Así que creo que los periodistas de hoy en día tienen que ser capaces de entender y ejecutar cómo pueden gestionar esta categorización, porque inmediatamente te clasificarán como opositor.
P: ¿Cómo crees que ve la comunidad internacional la situación del periodismo en Turquía?
R: Estoy seguro de que un gran número de plataformas internacionales, organizaciones y países están muy tristes por lo que está ocurriendo en Turquía. Algunos de ellos intentan hacer algunos esfuerzos, como Alemania, Estados Unidos, Francia o algunas ONG internacionales. Tienen proyectos, cooperan con personas o con organizaciones, pero el problema es que en el momento en que te ven en relación con ellos, eres un enemigo público, y eres una fuerza externa que quiere hacer cosas feas por Turquía. Inmediatamente te etiquetan. Por ejemplo, estoy seguro al 100% de que me consideran un agente especial para los estadounidenses, porque siempre llevo a cabo proyectos internacionales con medios de comunicación de fuera de Turquía.
P: En tu opinión, ¿qué tendría que cambiar para que el gobierno y los medios de comunicación tuvieran una relación más cooperativa y productiva?
R: Creo que las autoridades no deberían estar ahí para limitar o regular o censurar, sino para que la información libre fluya perfectamente. Creo que deberían dejar de ver a los medios, a los periodistas y al periodismo como una herramienta para sus intereses, considerarlos como un juguete o una forma o una plataforma para manipular.
P: ¿Crees que si gana la oposición en las próximas elecciones cambiará la situación del periodismo en Turquía?
R: Creo genuinamente que habrá una cantidad significativa de cambios.
P: En el programa político de la oposición, ¿han puesto algo o han dicho algo sobre los cambios que quieren hacer por el periodismo?
R: No creo que tengan un programa determinado para el periodismo, a pesar de que sea una gran problemática en el país. Aun así, cabe recalcar que la oposición es un conjunto de partidos, por lo que hay opiniones de todos los colores. No creo que vayan a prohibir la difusión de información a medios de comunicación contrarios a sus ideas, pero sí que siento que habrá más oxígeno en el aire.
P: ¿Crees que la oposición tiene posibilidades de ganar esta vez?
R: Hay posibilidades. Estas pueden ser las últimas elecciones en las que podamos cambiar algo, porque la oposición está muy fuerte y cada vez hay más gente joven cansada de la situación que no deja de repetirse elección tras elección. Sin embargo, yo me pregunto: ¿se atrevería "el hombre" a perder las elecciones? Porque si sabes que vas a perder las elecciones y eres una persona tan brutal... ¿harías esas elecciones?