Blas Moreno
Blas Moreno está graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Rey Juan Carlos. Actualmente es el codirector y el director jefe del medio El Orden Mundial, el cual cubre información internacional.
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Durante sus estudios universitarios realizó una movilidad Erasmus en Estambul, Turquía, lo que le hizo interesarse especialmente por la política del país.
«Si no hay medios críticos ni nadie que cuente las cosas malas del régimen, es mucho más fácil para el gobierno vender sus bondades y ocultar sus miserias»
Entrevista realizada el 19/04/2024
Pregunta: ¿Quiénes fueron los jóvenes turcos y cuál fue su papel en el camino hacia la república?
Respuesta: Para contextualizar, Turquía, antes de ser un estado independiente, pertenecía al Imperio Otomano. Este imperio, antes de la Primera Guerra Mundial era muy decadente a nivel político, geopolítico y social, es decir, el sistema ya dejaba de funcionar. En concreto, había mucho malestar con cómo llevaba la política y el régimen el sultán. Antes de que estalle la Primera Guerra Mundial, empieza a surgir en Turquía un movimiento reformista, que son los jóvenes turcos, que proponen modernizar el país en un sentido industrial y político, pero además lo hacen con un eje nacionalista. El Imperio Otomano, históricamente, había sido un imperio muy tolerante con las minorías, porque sí que es verdad que la mayor parte de la población es turca, pero también hay otras poblaciones minoritarias como armenios o griegos, pero a priori se llevan bastante bien, con muchos matices. Sin embargo, cuando llegan los jóvenes turcos, estos entienden que para modernizar el país y relanzar el imperio, tienen que centrar su programa político en la turquificación, es decir, la identidad turca de esa nación. Entonces, lanzan una campaña que al mismo tiempo es de reforma política y de reafirmación nacional del país. Este grupo es el que acabará llevando a cabo el genocidio contra los armenios. Aunque se haga bajo el paraguas del Imperio Otomano, quienes hace eso son estos nuevos políticos que deciden que, para que el país siga adelante, hay que "limpiar" a todas las minorías indeseables, según ellos, incluidos los armenios especialmente.
P: ¿Cómo se funda la república de Turquía?
R: El Imperio Otomano se encontraba en el grupo perdedor de la Primera Guerra Mundial. Tras esta derrota, perdieron todo lo que tenían en Oriente Próximo y en los Balcanes, es decir, les quitaron, por ejemplo, Grecia, Bulgaria o Siria, y no solo eso, sino que los vencedores llegaron incluso a ocupar toda Anatolia. En ese momento, el imperio se descompone y surge de entre los militares una persona que a priori simplemente es un militar destacado, pero que no tiene más pedigrí, que es Mustafa Kemal Atatürk. Él empieza a ganar batallas en contra de los griegos, los británicos o los franceses que han ocupado Anatolia porque se la querían repartir, y llega incluso a darle la vuelta a la guerra. Finalmente, consigue recuperar toda Anatolia y es entonces cuando refunda el país.
P: ¿Qué cambios realizó Atatürk en la nueva Turquía?
R: Atatürk se dio cuenta de que era necesario cambiar el sistema desde las bases, ya que estuvieron a punto de desaparecer como país. Crea un sistema republicano, laico, se carga la institución religiosa central en el en el país, abole el califato y orienta a Turquía hacia Europa, porque entiende que es así como se va a modernizar el país. Otras medidas que llevó a cabo para parecerse más a un país europeo fue cambiar el alfabeto del árabe al latino o cambiar el calendario del rumi al gregoriano. Con todos estos cambios, Atatürk funda la República Nacionalista turca. Es muy importante recalcar que esto se lleva a cabo en oposición de todas las minorías que había, también los kurdos, por ejemplo, y con una mirada mucho más orientada hacia Europa que hacia Oriente. Esto va a ser también la semilla del conflicto más adelante, porque luego toda esa población, sobre todo musulmana practicante del interior del país que va a estar subyugada por la minoría modernizada europea –lo que llaman los turcos blancos de Esmirna o de Estambul–, se va a quedar callada durante 80 años, pero va a llegar un momento en el que van a retomar el poder, que va a ser cuando llega ErdoÄŸan al poder. Entonces, la refundación de Turquía también pone la semilla de la crisis que se ve después de un siglo.
P: ¿Cómo veían los países de alrededor de Turquía este nuevo estado?
R: Los países de Oriente Medio no tenían mucha entidad política autónoma porque estaban ocupados y colonizados por países occidentales, es decir, Siria, Líbano, Jordania o Palestina estaban ocupados por Reino Unido o por Francia y no tenían mucha capacidad de influencia. Es verdad que el hecho de que Turquía ganara la Guerra de Independencia turca hizo que el país se reafirmara como una potencia regional, al menos como un país independiente que tiene capacidad de imponer sus criterios en algunas cosas. Reino Unido y Francia ven a Turquía como un actor que, como mínimo, que hay que respetar, porque ya no es el Imperio Otomano del que se reían en la guerra. En la zona de los Balcanes veían a Turquía con cierto temor, porque Turquía siempre ha sido un país grande del sur que amenaza, por ejemplo, la independencia de Grecia, de Bulgaria o de Bosnia, ya que en el siglo XIX Turquía era una potencia ocupante. En los países del Cáucaso justo estaban en el momento del genocidio armenio, entonces toda la población armenia, que además había tenido que huir a Oriente Próximo, veía a Turquía con miedo y se sentían odiados. Luego es también muy interesante la relación con la Unión Soviética: al principio, como Atatürk era más pro occidental y no era muy amigo del comunismo, pues se llevaban regular, pero después, cuando llega la Guerra Fría, Turquía se pone siempre en el lado occidental –del lado de Estados Unidos–, pero manteniendo la relación cordial con la URSS porque están muy cerca, al otro lado del mar, entonces tampoco se querían llevar fatal.
P: ¿Qué supuso el fallecimiento de Atatürk?
R: Atatürk falleció en 1938 y supuso un shock político brutal. Una vez fallece, el panorama político en Turquía cambia porque, aunque Atatürk fuera muy popular, no dejaba de ser un dictador. Su sucesor, Ä°nönü, también mantiene en buena medida los mimbres de un régimen dictatorial durante unos años, pero no le queda más remedio que abrir un poco el régimen, porque tampoco tiene ni el carisma ni el poder que tenía Atatürk. Empiezan a celebrarse elecciones, las primeras fueron en 1950 y ganó Menderes, el cual no pertenecía a CHP –el partido de Atatürk– y, de esta manera, comienza a abrirse el sistema político a otras voces y actores políticos importantes que no tenían voz política durante la época de Atatürk. Aunque se empiecen a ver estos cambios, el Ejército se ha quedado como el garante de lo que es el kemalismo –movimiento de Atatürk–, es decir, esa idea de que el país tenía que ser republicano, laico y nacionalista. Entonces, todas esas nuevas políticas que quieren cuestionar eso se van a encontrar con un muro de hierro muy claro que es el Ejército. Cuando Menderes llevaba pocos años de gobierno, se celebra un golpe de Estado, los militares lo detienen y lo ejecutan. En conclusión, aunque la política se abriera un poco, aunque hubiera elecciones, cambios a nivel político o rotación de partidos en el poder, siempre va a haber un actor que es el Ejército. Este, durante todo el siglo XX, dio golpes de estado una y otra vez para evitar que la política se vaya muy de madre y se aleje mucho de lo que Atatürk propuso. El único que consiguió parar esta tendencia cuando llegó al poder fue ErdoÄŸan, porque su movimiento era muy fuerte y, además, nos situamos ya en los 2000 y un golpe de estado ya queda un poco desfasado. Por otro lado, otra cosa que considero interesante es el culto a la personalidad de Atatürk, el cual él ya cultivó en vida. Sin embargo, cuando él muere, se hace todavía mayor, porque es el padre de la patria, el fundador, el que salvó al país de la guerra, de la ocupación de los de los occidentales. Ahora si vas a Turquía verás la cara de Atatürk en todas partes, en billetes, en monedas, en cada bar, en cada peluquería, en cada sitio. Sin embargo, la gente que no es kemalista cada vez se cuestiona más esa imagen, aún es muy tabú hacerlo, pero cada vez lo es menos, así que, por ejemplo, ErdoÄŸan cuestiona cosas de Atatürk.
P: ¿Qué supuso para Turquía su entrada en la OTAN?
R: Turquía se une a la OTAN en 1952, es decir, enseguida, porque la OTAN se creó en 1949, y lo hace como una manera de garantizar su seguridad frente a la gran amenaza de la Unión Soviética, que es un país muy cercano. Ten en cuenta que en aquella época Armenia, Georgia y Azerbaiyán estaban también en la URSS, con lo cual, Turquía tenían frontera directa con la Unión Soviética. La amenaza de la expansión del comunismo y la amenaza puramente militar soviética era muy grande también desde el Mar Negro y desde el Cáucaso. Entonces, Turquía entiende que, si se tiene que meter en algún bloque, le interesa más meterse con el bloque occidental, que está más alineado con sus valores anticomunistas y pro occidentales y que además también le sirve de paraguas de protección frente a la amenaza soviética.
P: ¿Cómo describirías la política exterior de Turquía bajo el liderazgo de ErdoÄŸan?
R: En un principio, cuando llega al poder, ErdoÄŸan es una persona que apuesta por evitar el conflicto y por llevarse bien con todo el mundo. Sin embargo, a medida que va pasando el tiempo, adopta una política mucho más proactiva a nivel internacional, que se ha llegado a llamar incluso neootomanista por el sentido de querer recuperar la influencia del Imperio Otomano en los Balcanes, en el Cáucaso y en Oriente Próximo. Por ejemplo, se involucra en la guerra de Siria, recupera la guerra contra los kurdos en Irak, en Siria y también en el sur de Turquía, con el tiempo adopta una posición mucho más crítica, por ejemplo, con Israel sobre el tema de Palestina. ErdoÄŸan adopta esta postura más proactiva con Israel, con Rusia, con Irán, amenazando a Grecia, influyendo más en los Balcanes, sobre todo en Bosnia –que es el país que tiene más población musulmana–, … En definitiva, más proactivo con los países de su alrededor y siempre buscando el conflicto con Occidente. Eso último es muy interesante, porque a pesar de que es un país OTAN y un país que quería entrar en la Unión Europea, ErdoÄŸan en los últimos 10-15 años ha tomado como su bandera de política exterior pelearse con Occidente por cosas: con Estados Unidos por temas de compra y venta de armas, con la Unión Europea por lo que él considera que son políticas islamófobas de países europeos, ... Todo esto responde a una idea que es que la política exterior turca obedece a los intereses de ErdoÄŸan a nivel interno: si a ErdoÄŸan le interesa por temas internos agitar de repente el fantasma de la guerra contra los kurdos, lo va a hacer, porque eso le va a venir bien para conseguir más votos de la gente que no quiere los kurdos en Turquía; si ErdoÄŸan entiende que le interesa agitar la idea de que en Europa son islamófobos y les agreden, pues lo va a hacer porque eso le va a venir bien para sacar votos. Hay que entender sobre todo que es una política mucho más activa, mucho más asertiva y que por lo general persigue ese objetivo último que es beneficiar a ErdoÄŸan a nivel interno.
P: ¿Cómo describirías el gobierno de ErdoÄŸan por los cambios que ha hecho en Turquía?
R: Diría que muy personalista. ErdoÄŸan es una persona muy carismática, dentro de Turquía es alguien muy querido por una parte de la población y por AKP –su partido político–, el cual fundó él. De hecho, el partido lo funda él en rebeldía, o sea, él se escinde del partido que había tenido anteriormente, funda este partido y enseguida lo consigue dominar él, no porque expulse a los otros líderes del AKP, sino porque él es tan carismático que se ha conseguido quedar con todo el poder del partido y los demás, se han acabado yendo en oposición a sus políticas, pero él ha conseguido, digamos, por sus méritos ese poder. Los demás ministros los ha ido cambiando muchas veces: ha habido alguno que ha destacado puntualmente, por ejemplo, Ahmet DavutoÄŸlu que fue Ministro Exteriores y Primer Ministro durante muchos años, era el que proponía esa política más de contención, de llevarse bien con todo el mundo, pero llegó un momento en el que ErdoÄŸan lo expulsó y ya está. Es raro que haya ministros que destaquen mucho en el gabinete de ErdoÄŸan, porque por lo general es gente que siempre está a la sombra de él. Por otra parte, todo obedece a los intereses políticos de ErdoÄŸan, por ejemplo, la inflación lleva por las nubes desde hace 3 o 4 años. Lo lógico sería subir los tipos de interés para combatir la inflación, pero como esto probablemente perjudicaría a las clases bajas, que son la gente que vota ErdoÄŸan, este se pone en contra de toda la teoría política económica, decide no subir los tipos de interés para beneficiar a sus votantes y pues la inflación sigue subiendo. Como ErdoÄŸan de alguna forma controla indirectamente el Banco Central turco, pues consigue eso. Entonces, yo describiría a al gobierno como un gobierno muy centralizado en ErdoÄŸan, en lo que él quiera y al servicio de su de sus intereses.
P: ¿Por qué crees que censura de esta manera los medios de comunicación?
R: Pues por dos cosas. Primero, muy sencillo, cualquier régimen que quiera mantenerse en el poder en forma poco democrática, vamos a decirlo sutilmente así, va a ir con los medios de comunicación, porque es uno de los principales baluartes de la democracia en ese sentido. Entonces, si no hay medios críticos y no hay nadie que cuente las cosas malas del régimen, es mucho más fácil para el gobierno vender sus bondades y ocultar sus miserias, por así decirlo. Por otro lado, está la clave de la división de Turquía entre los turcos blancos, proccidentales, pro-europeos y laicos, y los turcos de Anatolia, practicantes musulmanes conservadores, que recelan de Occidente, que recelan del laicismo. Entonces, ¿qué pasa? Que los medios de comunicación por lo general son todos de Estambul y a todos o la mayoría los lideran y escriben en ellos gente a los que llamaríamos los "liberales", la gente de izquierdas, la gente pro-europea, la gente que ha viajado, que tiene idiomas, que no es practicante. Entonces los erdoÄŸanistas desconfían y recelan de los medios, no se fían de ellos, porque son el enemigo dentro del país. ¿Por qué en Estados Unidos los trumpistas desconfían del New York Times? Porque lo ven como medio izquierdista, que no comparte sus valores. Entonces, más allá de que sea simplemente una táctica para reprimir las voces críticas en un país que va hacia una dictadura, también es un reflejo de las guerras culturales y la división política que hay en el país entre los erdoÄŸanistas y la otra cara del país, que es la cara, digamos, más liberal.
P: O sea, ¿crees que ErdoÄŸan está camino de convertirse en un dictador?
R: Yo creo que ErdoÄŸan quiere tener el control y va a hacer lo posible por mantenerlo. No es un dictador ni mucho menos, en Turquía todavía hay elecciones competitivas. De hecho, hace muy poquito hubo elecciones municipales y el AKP las perdió de forma abrumadora, lo que es una sorpresa. Es verdad que va dando pasos hacia recortar el equilibrio de poderes, lo ves en el Banco Central, lo ves en la judicatura, lo ves en los medios. Ha habido también muchas sospechas de manipulación electoral en algunos momentos de su mandato, por ejemplo, si le salía mal un referéndum o unas elecciones conseguía repetirlas. Entonces, no estoy seguro de que ErdoÄŸan quiera ser un dictador al estilo de Putin, en el sentido de que Rusia es un país mucho más autoritario que Turquía sin ninguna duda, ya que las elecciones allí son una pantomima y no tengo claro que quiera llegar tan lejos, porque eso requiere también un nivel de violencia mucho mayor y también de exposición pública internacional, de que la gente te critique mucho más. Pero sí que creo que quiere mantener el control, sobre todo porque él honestamente cree que está escogido por Dios, que tiene la misión de salvar y llevar a Turquía a un lugar en el que él cree que estará mejor y cree que es él la persona indicada para hacerlo. Entonces, cuando tienes una fe en tu misión, cualquier cosa que vaya en contra de eso es un problema para ti y vas a intentar quitártelo de en medio. O sea, yo sí creo que él piensa de sí mismo muy bien y de los demás muy mal, evidentemente.
P: Tras la gestión del terremoto por parte del gobierno, se creía que en las elecciones presidenciales de mayo de 2023 había muchas posibilidades de una derrota de ErdoÄŸan. ¿Por qué a pesar del descontento de la población en cuanto a esta gestión y en cuanto a otros ámbitos como el económico, sigue ganando las elecciones?
R: Hubo mucho debate en torno a si iba a perder o no las elecciones a raíz del terremoto. De hecho, se comparó mucho con las elecciones que hubo el año 90 y pico, que también hubo un terremoto muy grave y el Gobierno perdió las elecciones por esa razón. Evidentemente el Gobierno es en buena medida responsable de las muertes del terremoto: en primer lugar, por permitir la construcción masiva de edificios que no cumplen con ninguna regulación y luego también por no haber inspeccionado esos edificios después. Pero, los medios de comunicación con un papel muy importante aquí: si tú no informas al país de lo que está pasando, pues es un problema, porque consigues opacar o censurar las opiniones críticas en torno a este tema. También hay que insistir mucho en esto porque la gente de fuera de Turquía no cae en esto, y es que ErdoÄŸan es muy popular. O sea, cuando a ErdoÄŸan se le da mal una elección saca el 40% de los votos. Por otro lado, el candidato que tenía también el CHP –la oposición– es un candidato que creo que hizo una campaña bastante buena de humanizarse, de presentarse como alguien cercano, pero es un candidato que ya está trilladísimo, que es un señor muy mayor y que no es tan popular. Entonces, tampoco es una sorpresa que no ganara las elecciones, francamente, era bastante probable que no ganara. Entonces, yo creo que la oposición falló en no encontrar un candidato que consiga reunir el apoyo de toda esa población musulmana que ve en ErdoÄŸan y en el AKP el símbolo de su progreso, del desarrollo económico, las infraestructuras: ErdoÄŸan ha llevado al país en sus 20 años de ser un país muy pobre y agrario, a una industria y una infraestructura muy potente y también a nivel internacional mucho más respetable, y todo esto la gente lo valora.
P: ¿Crees que, si no se le hubiera buscado situaciones malas al alcalde de Estambul, porque al final no pudo presentarse a las generales por eso, habría conseguido quitarle el poder a ErdoÄŸan?
R: Quizás sí, es un proyecto súper bueno y yo creo que antes o después este duelo se va a producir, porque es en realidad el gran candidato de la oposición ahora mismo. Sin embargo, también tienen un problema táctico: y es que, si ImamoÄŸlu se presentaba a las presidenciales, perdía la alcaldía de Estambul, entonces, era arriesgar el todo por el todo: si te vas de Estambul para presentarte a las presidenciales y pierdes, pierdes las presidenciales y también la alcaldía de Estambul, que es importantísima, hablamos de que 1/4 de la población del país que está en esa ciudad. Entonces, en parte por eso y en parte porque la oposición se presentaba unida, era una coalición muy compleja y muy heterodoxa de un montón de actores diferentes y les costó mucho encontrar un candidato. Yo creo que ImamoÄŸlu también decidió que no era el momento, que no tenía que forzar tanto la máquina y que era mejor esperar un poco más. Si se presenta dentro de unos años, quizá pueda ser la persona que gane, pero también te digo que la política toca de aquí a cinco años... a saber.
P: Cómo mencionábamos antes, en las últimas elecciones locales, el partido AKP ha perdido en varias provincias y no ha conseguido las alcaldías de Ankara o Estambul. Tras este batacazo, ¿crees que ErdoÄŸan podría perder en las elecciones de 2028?
R: Sin ninguna duda. Creo que es el primer toque de atención importante que ha recibido ErdoÄŸan en su vida. Esta es la primera vez que pierde. De hecho, él se ha dado cuenta de que ha perdido porque ha reconocido la derrota y eso es muy raro. Creo que esto responde a que la economía va muy mal y cada vez va peor. Entonces, por muy fan de ErdoÄŸan que seas, no puedes no pensar que este señor lleva ya gobernando 20 años y que si hay un responsable de eso, no puede ser Occidente, la CIA, la OTAN o los armenios. Es que al final el gobierno tiene parte de culpa, es que no queda más remedio que reconocerlo. Estas elecciones han demostrado también hay un apetito por el cambio en Turquía, que la gente no va a votar siempre al AKP haga lo que haga el AKP, que no tienen garantizado el poder. Ahora bien, de aquí al 2028 pasarán muchas cosas e igual la oposición es capaz de llegar dentro de cuatro años a las elecciones sin todavía haberse puesto de acuerdo en un candidato potente, con una campaña potente. También ErdoÄŸan sigue teniendo mucho tirón y todavía no es tan mayor, y tiene cuatro años para cambiar las cosas y hacer que sea más difícil que la oposición gane a nivel de regulación electoral, perseguir a los medios de comunicación, etc.
P: Por último, la creación del nuevo partido llamado Yeniden Refah Partisi (YRP), ¿puede suponer la primera competencia real para ErdoÄŸan?
R: Sí. Está habiendo un islamismo creciente en Turquía y la creación de este partido supone que sea la primera vez que a ErdoÄŸan le sale un rival considerable por su derecha. Él siempre tenía garantizado el control del eje islamismo-conservadurismo y ahora parece que salió un actor nuevo, lo que supone un problema importante para él y que refleja que hay gente musulmana practicante que está casada de AKP. Este partido ha ganado ya en las provincias Yozgat y Åžanlıurfa, tradicionalmente votantes del AKP, lo que demuestra que el YRP está cogiendo fuerza.