Los hutíes atacaron a Israel por primera vez en octubre de este año como represalia a su asedio sobre la Franja de Gaza
Los rebeldes hutíes de Yemen en Saná, la capital del país.
Mientras el conflicto entre Israel y Hamás sigue acabando con la vida de miles de civiles en la franja de Gaza, algunos países de Oriente Medio han comenzado a responder -aunque de puntillas- a los ataques del Estado hebreo en defensa de sus hermanos musulmanes. Yemen ha sido el único que realmente ha alzado la voz en defensa de Palestina y lo ha hecho amenazando con atacar los barcos de Israel que transitaran por el Mar Rojo, el cual baña las costas yemenís. Estas advertencias las ha pronunciado Abdul Malik Al Jutti, líder del corriente hutí de Yemen.
¿QUIÉNES SON LOS HUTÍES?
Se trata de un movimiento político y armado que practica el zaidismo, una escisión del islam chiíta, que se opone al Gobierno suní de Yemen. Este grupo se autodenomina "Ansarolá" ("partidarios de Dios" en árabe) y surgió en 1994 como reacción al creciente poder de Arabia Saudí en el resto de la península arábiga, por el empobrecimiento y por las malas condiciones de vida. En ese momento, estos rebeldes chiítas se alzaron en armas por primera vez y desde entonces se consolidaron como una fuerza organizada y eficaz.
Combatientes hutíes se reúnen durante una maniobra militar cerca de Saná, cargando las banderas de Yemen y Palestina.
Los hutíes de Yemen representan en torno al 35% de la población del país y su nombre procede del primer líder del movimiento, Huseín Al Huti. Este grupo rebelde se ha enfrentado al Gobierno de Yemen durante más de una década y, desde 2011, se ha expandido más allá de sus raíces zaidíes, convirtiéndose desde ese momento en un ferviente opositor del Gobierno central y obligando al Ejecutivo a exiliarse en Arabia Saudí tras la toma de Saná, capital del país, en 2014.
Este grupo cuenta con el apoyo de Irán, patria del chiísmo, situación que no ha gustado a Arabia Saudí, que ha acusado durante mucho tiempo a Irán de armar a los hutíes para librar una guerra de poderes y ha llegado a comparar a los hutíes con Hezbolá -organización libanesa chií que recibe armas, capacitación y apoyo financiero de Irán-. Después de años ocupada en contrarrestar el auge de Irán en países como Irak y Siria, el ascenso imparable de los hutíes llevó a Arabia Saudí a dar un golpe de autoridad en el país vecino para mantener su imagen de bastión de los suníes.
EL PAPEL DE LOS HUTÍES EN EL CONFLICTO DE YEMEN
La implicación de los hutíes en las cuestiones políticas de Yemen comenzaron en los años noventa, cuando el líder político Huseín Al Huti criticó al Gobierno por corrupción y demandó mayor autonomía política para los zaidíes. La respuesta del entonces presidente Alí Abdalá Salé fue reprimir las manifestaciones antigubernamentales a principios de los 2000, por lo que los hutíes se levantaron contra el Gobierno de Salé en 2004 y Al Huti fue asesinado. Tras esta derrota del movimiento y hasta 2010, los hutíes se enfrentaron hasta cinco veces al Gobierno yemení.
Para 2014 los hutíes habían conseguido expulsar a los grupos salafistas del norte del país y avanzado hacia Saná. Ese año tomaron la capital, disolvieron el Parlamento y en 2015 formaron un Comité Revolucionario para establecer un sistema de gobierno autónomo. Desde entonces, la guerra civil de Yemen adquirió un tinte regional. Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos formaron una coalición para devolver a Al Hadi al poder, lo que provocó bombardeos e intervenciones terrestres. El expresidente Salé lo vio como una oportunidad para volver a gobernar y se alió con los hutíes. Juntos continuaron su avance hacia el sur, pero en 2017 Salé anunció el fin unilateral de la alianza y su acercamiento a Arabia Saudí, y dos días más tarde los hutíes lo asesinaron. Desde entonces han realizado ataques tanto contra las tropas de Al Hadi como contra las fuerzas saudíes en la frontera.
El conflicto en Yemen se ha extendido hasta sumir a la población en la mayor crisis humanitaria del mundo. A finales de 2021 había 377.000 muertos y, según Amnistía Internacional, todas las partes del conflicto han cometido violaciones de derechos humanos. La coalición de Arabia Saudí bloquea los puertos yemeníes, lo que impide la entrada de la ayuda humanitaria. Actualmente veinticuatro millones de personas, el 75% de la población yemení, necesitan ayuda humanitaria y protección. Casi veinte millones sufren gran inseguridad alimentaria, y dieciocho millones no tienen acceso a servicios sanitarios básicos.
EL ENFRENTAMIENTO CON ISRAEL
Frente a la crisis, en abril de 2023 empezaron las negociaciones entre Arabia Saudí y los líderes hutíes para finalizar el conflicto. Sin embargo, se paralizaron en octubre, cuando los hutíes atacaron a Israel como represalia a su asedio sobre la Franja de Gaza. Estos ataques forman parte de la estrategia del Eje de la Resistencia chií, al cual pertenecen los hutíes. Lanzaron misiles y drones contra barcos del Estado hebreo el 20 de octubre que fueron interceptados por un buque estadounidense, y han confirmado su autoría en otros interceptados por Israel.
Aunque comenzaron lanzando misiles y drones, ante la ineficacia de sus acciones directas, los insurgentes optaron por atacar y secuestrar todo buque con bandera de Israel o de propiedad israelí que transitara frente a las costas del Yemen, una de las rutas marítimas comerciales más importantes del mundo. El 19 de noviembre se registró la primera captura de una embarcación israelí a manos de los hutíes yemenís. Aunque el Estado hebrero negó que se tratara de un buque de su flota, los rebeldes hutíes lo afirman y dicen que forma parte de su "operación militar en el mar Rojo" dirigida exclusivamente contra navíos israelíes, que culminó con el desvío del barco hacia el puerto Al Salif, controlado por los insurgentes.
El Galaxy Leader, barco israelí secuestrado por los hutíes.
El barco israelí se ha convertido en una atracción turística y está decorado con pintadas con los mensajes "Vivan las Brigadas al Qasam", en referencia al brazo armado de Hamás, o "Muerte a EE.UU., muerte a Israel y maldición para los judíos". Como si de una peregrinación se tratara, miles de simpatizantes de los hutíes, apoyados por Irán, se suben en pequeñas embarcaciones pesqueras para visitar el buque.
El portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, ha confirmado -por si quedaban dudas- en un discurso televisado que el movimiento hutí respaldado por Irán realizó esta operación, pero en un principio no detalló cuántas personas viajaban en la embarcación ni sus nacionalidades. Sarea ha indicado que los hutíes tratan a la tripulación del barco de acuerdo con las enseñanzas y valores del islam, y han difundido imágenes de los marineros rehenes bailando, cantando y comiendo con los combatientes yemeníes. Aseguró también que seguirán realizando operaciones militares contra Israel hasta que cese la agresión contra la Franja de Gaza y Cisjordania, acusando a el Estado hebreo de amenazar la seguridad y la estabilidad en Oriente Medio.
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