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Foto del escritorClara Arias

¿Qué fueron los acuerdos de Camp David y por qué amenaza Egipto con romperlos?

La orden de evacuación de Rafah por parte de Benjamin Netanyahu hace peligrar el tratado de paz entre Egipto e Israel



El presidente de Egipto, Anwar Sadat; el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter; y el primer ministro de Israel, Menachem Begin, firmando los acuerdos de Camp David el 17 de septiembre de 1978



Los Acuerdos de Camp David fueron el resultado de trece días de conversaciones entre el presidente de Egipto, Anuar el-Sadat, y el primer ministro de Israel, Menájem Beguín, con la mediación del presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, en 1978. Las conversaciones se mantuvieron en la residencia presidencial estadounidense de Camp David, en el estado de Maryland, en el mes de septiembre.


Estos acuerdos tenían el objetivo de resolver la situación de conflicto entre el Estado de Israel y la República de Egipto, que había derivado en dos guerras recientes entre ambos estados (en 1967 y 1973) y formaba parte del conflicto árabe-israelí iniciado en 1948. 


Como resultado de los Acuerdos de Camp David, Sadat y Beguín recibieron el Premio Nobel de la Paz en 1978 y firmaron el Tratado de paz entre Egipto e Israel en 1979.



LOS ANTECEDENTES DE LOS ACUERDOS DE CAMP DAVID


Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el dominio británico en Palestina concluyó en el año 1948 y el líder judío David Ben-Guirón proclamó la creación del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948, lo que provocó la reacción de los países árabes de la región. Así comenzó una historia de conflictos y guerras que se extendió en las décadas siguientes, entre las que se encuentran la Guerra de los Seis Días (1967) y la Guerra de Yom Kippur (1973), que enfrentaron a Israel con Egipto y sus aliados, saliendo en ambos casos Israel como vencedor.


En noviembre de 1973, el presidente egipcio Anuar el-Sadat, que había sucedido en 1970 a Gamal Abdel Nasser, restableció relaciones diplomáticas con el gobierno estadounidense. Esta política formaba parte de su cambio en la alineación internacional de Egipto, que en los años de Nasser se había orientado hacia la Unión Soviética y ahora comenzaba a acercarse a Estados Unidos. Sadat adhirió a la política de “pequeños pasos” propuesta por el secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, que consistía en dar pasos diplomáticos hacia el entendimiento mutuo entre Egipto e Israel. El presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, dialogó con Sadat sobre su reclamo de recuperación de la península del Sinaí, que había quedado en manos israelíes tras la guerra de los Seis Días, y con el primer ministro israelí, Menájem Beguín, quien se mostró dispuesto a conversar.



LA FIRMA DE LOS ACUERDOS DE CAMP DAVID


En el marco de la política de “pequeños pasos” promovida por Kissinger, el primer paso importante lo dio el presidente egipcio, quien viajó a Jerusalén el 19 de noviembre de 1977 y se convirtió en el primer mandatario de un país árabe en visitar Israel. Sin embargo, para que Beguín se sentara a la mesa de negociación un firme nacionalista que era jefe del partido Likud (de centro derecha) fue necesaria la mediación del gobierno estadounidense. Jimmy Carter propuso utilizar Camp David, una residencia presidencial de verano situada cerca de Washington (EEUU), como sede para reunir a ambos líderes y lograr algún avance en la negociación. Las reuniones duraron trece días (comenzaron el 5 de septiembre y terminaron el 17 de septiembre de 1978). 



Los acuerdos fueron firmados por Sadat, Beguín y Carter y supusieron el éxito de los esfuerzos del gobierno estadounidense por acercar a Israel y Egipto e intentar resolver el problema palestino, aunque este segundo objetivo finalmente no se alcanzó



Los Acuerdos de Camp David estaban formados por dos acuerdos-marco: el primero tenía como objetivo la consecución de una paz general en el Oriente Medio aunque se quedó en el intento, y el segundo, que buscaba la firma de un tratado de paz entre ambos países. Este último tuvo sus frutos con la firma del Tratado de paz entre Egipto e Israel el 26 de marzo de 1979.


Estos acuerdos revolucionaron el panorama político de Oriente Medio. Estados Unidos consiguió un importante triunfo diplomático, pero Egipto fue condenado y aislado por los otros países árabes y Sadat fue considerado por muchos como un traidor, por lo que fue asesinado por el grupo Yihad Islámica Egipcia en octubre de 1981. En cambio, Beguín continuó en su cargo hasta octubre de 1983, cuando renunció por problemas de salud y por la condena internacional debido a que decidió la intervención militar israelí en el Líbano.



¿POR QUÉ SE ESTÁ VOLVIENDO A HABLAR DE ESTOS ACUERDOS?


El conflicto entre Israel y Palestina aumenta las tensiones entre Israel y Egipto por su proximidad e histórica rivalidad. En esta ocasión, Israel ha ordenado el desalojo de Rafah, una región al sur de Gaza, obligando así a miles de palestinos al exilio a Egipto, el país que se encuentra al otro lado de esa frontera. Egipto ha informado a Israel que suspenderá los Acuerdos de Camp David –que pusieron fin a los largos conflictos entre ambos países–, si el Estado judío presiona a los palestinos para que crucen al país árabe por la ofensiva militar.


Según el canal saudí Al Arabiya, El Cairo ya ha decidido limitar las comunicaciones con Israel a nivel de seguridad únicamente para proseguir las negociaciones sobre el acuerdo de tregua y canje de detenidos, al tiempo que congela cualquier comunicación gubernamental con la parte israelí.


Aunque el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha ordenado la evacuación de Rafah, no se han dado pasos al respecto y no está nada claro hacia dónde quiere desplazar a la población allí atrapada, pues el resto de la Franja de Gaza ha sido prácticamente arrasada en la ofensiva lanzada por Israel desde el 7 de octubre.



Un niño observa una zona destruida tras un ataque aéreo israelí contra el campo de refugiados de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza



RAFAH, LA GRAN TRAMPA MORTAL


El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, advirtió este lunes de que la entrada de fuerzas israelíes en Rafah "sería aterradora" y desembocaría en un número "extremadamente elevado" de víctimas civiles, con la perspectiva de la comisión de "crímenes atroces" por el Ejército de Israel.


Rafah es el último bastión en el que resiste la organización palestina Hamás en Gaza e Israel está determinado a tomarlo con una inminente ofensiva terrestre, precedida de la actual oleada de bombardeos. Todo ello a pesar de que en esa ciudad del extremo sur de Gaza y en la multitud de campamentos de tiendas de campaña se hacinan más de 1,4 millones de civiles en una trampa mortal.


Lo paradójico de la situación es que Israel, cuando estaba bombardeando el norte y centro de Gaza, declaró Rafah como una "zona segura", dada su cercanía a la frontera egipcia, desde donde con cuentagotas entra la ayuda a la Franja. Y es que, si en Rafah la situación es desesperada, en el resto de Gaza solo queda la huella de destrucción emprendida por el Ejército de Israel en venganza por la matanza de 1.200 personas en su territorio cometida por milicianos de Hamás el 7 de octubre.

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