top of page
Foto del escritorClara Arias

Hezbolá, el enemigo de Israel en el Líbano

La organización Hezbolá, partido y milicia chií, fue un actor clave en la guerra civil libanesa y lo sigue siendo en la política del país, además de estar involucrada en el conflicto entre Israel y Palestina


Miembros de Hezbolá ondeando la bandera de la milicia



Desde el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, en el que murieron 1.200 personas y la contraofensiva israelí que ha matado a miles de personas en Gaza el nombre Hezbolá ha sonado con fuerza durante estos meses de conflicto. Las tropas israelíes y la milicia chií Hezbolá se han intercambiado ataques en la frontera libanesa e Israel ha comenzado a evacuar la población de sus colonias del norte.



¿QUÉ ES HEZBOLÁ Y CÓMO SURGIÓ?


En la guerra civil libanesa, comprendida entre los años 1975 y 1990, se enfrentaron a varias de las minorías que componen este país, entre las que destacan los cristianos maronitas, los musulmanes chiitas y los musulmanes sunitas. Con el conflicto ya iniciado, en el año 1982, Israel decidió intervenir de lleno con el pretexto de atacar a la fuerzas de la entonces Organización para la Liberación de Palestina (conocida como OLP por sus siglas). 


Esta intervención contra las fuerzas palestinas hizo que Israel ocupara la franja sur de Líbano con la excusa de crear una zona de seguridad que protegiera su frontera, pero en este proceso se generaron más tensiones que provocaron la creación de Hezbolá ("partido de Dios" en árabe), un partido político y milicia fundamentalista de corte chiita que buscaba, en su origen, convertir al Líbano en un Estado Islámico. 



Bandera de Hezbolá



En este nacimiento fue fundamental la ayuda de Irán, un país que para 1982 llevaba tres años constituido como una República Islámica y que ya comenzaba a ejercer su influencia en Oriente Medio. Los valores políticos y religiosos de Hezbolá y el régimen de los Ayatolás son muy similares y la colaboración entre las dos partes ha sido constante hasta la actualidad. 



LA EVOLUCIÓN DE HEZBOLÁ


Hezbolá logró armarse de forma efectiva gracias al apoyo de Teherán y se convirtió en el grupo chiíta más influyente en la guerra civil libanesa, superando a otros históricos como el partido Amal. Este enfrentamiento con Israel constante hizo que su fama aumentara entre los chiítas libaneses e incluso después de finalizar la guerra civil, esta milicia decidió continuar su lucha contra el Estado hebreo para intentar expulsarlo del sur del Líbano. 


Hezbolá comenzó a partir de la década de 1990 a combinar su facción política es uno de los partidos más importantes del Líbano y ocupa posiciones de Gobierno y estatales con la armada, que prosiguió con sus hostilidades hacia Israel, hasta que en el año 2000 este país decidió retirar sus tropas del Líbano. 


Sin embargo, esta retirada no significó la paz. Hezbolá mantuvo alianzas con el grupo Hamás, a pesar de ser suní, con el único objetivo de intentar desestabilizar en el máximo grado posible a Israel. Acciones que le valieron para ser considerado por Israel, Estados Unidos o las naciones de la Unión Europea como organización terrorista, un término que no todos los países comparten. 



EL ENFRENTAMIENTO CON ISRAEL EN 2006


Soldados con las banderas del Líbano y Hezbolá en 2006


La guerra de 2006, seis años después de que las fuerzas israelíes se retiraran del sur del Líbano, estalló después de que Hezbolá capturara a dos soldados israelíes y matara a varios más en una incursión transfronteriza. Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre en gran escala e impuso un bloqueo con el objetivo de liberar a los rehenes y destruir las capacidades militares de Hezbolá, una misión que finalmente fracasó. Los bombardeos israelíes arrasaron amplias zonas del sur del Líbano y de los suburbios del sur de Beirut y Hezbolá disparó miles de cohetes no dirigidos contra comunidades del norte de Israel.


Este conflicto convulsionó el panorama internacional en la región de Oriente Medio y finalizó con algo más de 1.200 fallecidos y 250.000 desplazados en el lado libanés y 41 muertos por parte de Israel. 


Una resolución de Naciones Unidas que puso fin a la guerra exigió la retirada de las fuerzas israelíes del Líbano y una zona desmilitarizada en el lado libanés de la frontera. A pesar del despliegue de fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU, Hezbolá aún opera en el área fronteriza, mientras que el Líbano dice que Israel viola regularmente su espacio aéreo y todavía ocupa zonas de tierra libanesa.




EL PAPEL DE HEZBOLÁ EN EL CONFLICTO ENTRE ISRAEL Y PALESTINA


Una guerra entre Israel y Hezbolá “sería un desastre total”, advirtió en enero Antonio Guterres, secretario general de la ONU, en medio de una ola de gestiones diplomáticas por parte de Estados Unidos y Europa.


Desde el agravamiento de conflicto en Gaza, Hezbolá e Israel han intercambiado ataques transfronterizos diarios que se han intensificado gradualmente. Israel también ha llevado a cabo asesinatos selectivos de figuras de Hezbolá y Hamás en el Líbano algunos dirigentes de Hamás se exiliaron al Líbano hace años. Más de 200 personas, en su mayoría combatientes de Hezbolá pero también más de 20 civiles, han muerto del lado del Líbano y 18 del lado de Israel, y decenas de miles han sido desplazados en ambos lados.


Los líderes políticos y militares israelíes han advertido a Hezbolá que la guerra es cada vez más probable a menos que los milicianos se retiren de la frontera. Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, no ha amenazado con iniciar una guerra, pero advirtió sobre una lucha “sin límites” si Israel lo hace. Desde la milicia sostienen que no aceptarán un alto al fuego en la frontera entre Israel y el Líbano antes de que haya uno en Gaza, y ha rechazado una propuesta de Estados Unidos de retirar sus fuerzas a varios kilómetros de la frontera, según funcionarios libaneses.



Un grupo de hombres sostienen la bandera de Hezbolá y la de Palestina



¿HASTA QUÉ PUNTO ESTÁN PREPARADOS PARA UNA GUERRA?


Tanto Hezbolá como el ejército israelí han ampliado sus capacidades desde 2006, no obstante, ambos países son también más frágiles.


En el Líbano, cuatro años de crisis económica han paralizado las instituciones públicas, incluidos el ejército y la red eléctrica, y erosionado su sistema de salud. Ademas, el país alberga a más de 1 millón de refugiados sirios, lo que agrava aún más la mala situación que atraviesa. El Líbano adoptó un plan de emergencia para un escenario de guerra a finales de octubre, proyectando el desplazamiento forzado de 1 millón de libaneses durante 45 días, alejando de la frontera a alrededor de 87.000 libaneses.


Aunque el gobierno confía en que organizaciones internacionales financien la respuesta, muchos grupos que trabajan en el Líbano no pueden mantener los programas existentes. La Agencia de la ONU para los Refugiados ha proporcionado suministros a refugios colectivos y ha entregado dinero en efectivo de emergencia a unas 400 familias en el sur del Líbano, sin embargo, la agencia no tiene fondos para apoyar a un gran número de desplazados en el caso de una guerra. El grupo humanitario Médicos Sin Fronteras reportó que ha almacenado unas 10 toneladas de suministros médicos y combustible de respaldo para los generadores de los hospitales en las zonas con mayor probabilidad de verse afectadas por un conflicto más amplio, en previsión de un bloqueo.


Israel ya siente la tensión económica y social por la guerra en Gaza, que se calcula que cueste más de 50.000 millones de dólares, o alrededor del 10% de la actividad económica nacional hasta finales de 2024, según el Banco de Israel. Los costos aumentarían drásticamente si hubiera además una guerra con el Líbano. Aún así, un conflicto armado entre Israel y Hezbolá podría ser inevitable, porque las soluciones diplomáticas parecen poco probables y solo permitirían que aumenten las amenazas estratégicas de Hezbolá.


Israel ha evacuado a 60.000 residentes de las ciudades más cercanas a la frontera, donde no hay tiempo de advertencia por un lanzamiento de cohetes debido a la proximidad de los escuadrones de Hezbolá. En una guerra, no tendría sentido realizar evacuaciones adicionales ya que los cohetes y misiles de la milicia pueden alcanzar todo Israel.


Después del ataque del 7 de octubre, la guerra en Gaza contó con un amplio apoyo interno, incluso si hay ahora un debate creciente sobre su dirección. Alrededor de la mitad de los israelíes apoyaría una guerra contra Hezbolá como último recurso para restaurar la seguridad fronteriza, según una encuesta reciente realizada por el grupo de expertos Instituto de Democracia de Israel. En el Líbano, en cambio, algunos han criticado a Hezbolá por exponer al país a una nueva guerra potencialmente devastadora, pero otros apoyan la entrada limitada del grupo en el conflicto y creen que el arsenal de Hezbolá disuadirá a Israel de una escalada.



¿CÓMO SERÍA ESA HIPOTÉTICA GUERRA?


Una guerra en gran escala probablemente se extendería a múltiples frentes, lo que intensificaría la participación de representantes iraníes en Siria, Irak y Yemen, y tal vez arrastraría incluso a Irán. También podría arrastrar a Estados Unidos el aliado más estrecho de Israel a una participación más profunda en el conflicto, por lo que ya ha enviado buques de guerra adicionales a la región.


Hezbolá tiene entre 150.000 y 200.000 cohetes y misiles de diversos alcances, cinco veces mayor que el de Hamás y mucho más preciso. Los proyectiles guiados de la milicia podrían alcanzar instalaciones de agua, electricidad o comunicaciones, así como zonas residenciales densamente pobladas.


En el Líbano, los ataques aéreos probablemente causarían estragos en la infraestructura y potencialmente matarían a miles de personas. Netanyahu ha amenazado con “convertir a Beirut en Gaza”, donde la incursión aérea y terrestre de Israel ha causado una destrucción generalizada y ha matado a miles de personas. Israel está mucho más protegido, con varios sistemas de defensa aérea, incluida la Cúpula de Hierro, que intercepta cohetes con una tasa de éxito de aproximadamente el 90%, pero esta puede verse abrumada si se lanza una cortina masiva de cohetes.


Alrededor del 40% de la población de Israel vive en casas más nuevas, con habitaciones privadas seguras y fortificadas con protección contra explosiones para resistir ataques con cohetes. Israel también tiene una red de refugios antiaéreos, pero un informe del gobierno de 2020 dice que alrededor de un tercio de los israelíes no tienen un acceso sencillo a ellos. El Líbano no tiene una red similar y los refugios serían de poca utilidad contra las bombas masivas “destructoras de búnkeres” que Israel ha lanzado en Gaza.


Hezbolá tiene defensas aéreas limitadas, mientras que las del ejército libanés son obsoletas e insuficientes debido a déficits presupuestarios. El ejército libanés ha permanecido al margen durante los últimos cuatro meses. En 2006, entró en combate con una capacidad limitada, pero no está claro cómo reaccionaría en caso de una nueva guerra entre Israel y Hezbolá.

コメント


bottom of page